CHACO: CONDENAN A 8 AÑOS AL RESPONSABLE EL SECUESTRO Y DESAPARICIÓN DE HUMBERTO "CACHO" MUÑOZ
El Tribunal Federal de Resistencia condenó el martes 2 de septiembre, en un juicio abreviado, al suboficial mayor de la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco Gabino Manader, a la pena de 8 años de prisión por la desaparición forzada del militante de la Juventud Peronista, Humberto Aníbal "Cacho" Muñoz, ocurrida el 26 de noviembre de 1976, en la localidad de Barranqueras.
Ante el Tribunal, quienes los familiares de Muñoz, su esposa Ramona Pawlisky y su hermano Domingo Cayetano Muñoz, manifestaron su acuerdo con el juicio abreviado y la condena, considerando que se trataba de una instancia de reparación y de derecho a saber la verdad de los hechos.
Por su parte, el imputado Manader reconoció su responsabilidad de los hechos y aceptó la condena a 8 años de prisión.
También manifestaron su acuerdo la defensa oficial, la Fiscalía Federal y las querellas, en representación de las secretarías de Derechos Humanos del Chaco y de Nación.
El Tribunal, además, unificó las condenas de Manader en 25 años de prisión.
El caso de "Cacho" Muñoz
Muñoz militaba en la Juventud Peronista de Chaco, desde 1972. En 1974 se desempeñó como chófer en la Cámara de Diputados del Chaco y del ex vicegobernador Alberto Torresagasti. Un año después, trabajó como jornalero en el aeropuerto de la ciudad de Resistencia, hasta que fue cesanteado por razones políticas en abril de 1976.
El 25 de mayo de 1976, fue detenido y llevado a la Brigada de Investigaciones, donde negaron que estuviera privado de su libertad. Sin embargo, estuvo alojado allí, sesenta días, en los que sufrió torturas y amenazas hasta que fue liberado desde la Alcaidía de Resistencia.
En la madrugada del 26 de noviembre de 1976, Muñoz estaba en la casa de sus padres, Anselma Ocampo y Aníbal Muñoz, ubicada sobre la Avenida San Martín al 1800 de Barranqueras. Mientras la víctima dormía allí junto a su pareja Ramona Rosa Pawlisky y su pequeño hijo, llegaron dos vehículos con, al menos, cuatro hombres vestidos de civil y que portaban armas largas, quienes irrumpieron en la vivienda.
Tras amenazar a Ocampo y encandilar a Pawlisky, los policías esposaron a Muñoz y lo subieron a uno de los vehículos, que emprendió la marcha hacia Antequeras. Fue la última vez que se supo de sobre él.
Ocampo, que tenía un puesto de diarios en el puerto de la localidad y conocía a casi todos los habitantes del lugar, identifico a Manader y José María Cardozo -que se desempeñaban como sargentos de la Dirección de Investigaciones de la policía chaqueña- como integrantes del operativo en el que se llevaron a su hijo.
Los días siguientes, los familiares de Muñoz lo buscaron en distintas comisarías de Barranqueras y de Resistencia, y en la Brigada de Investigaciones, pero no pudieron encontrarlo.
El requerimiento fiscal destaca que el secuestro de Muñoz se produjo en noviembre de 1976 en plena dictadura militar, utilizando una metodología similar en todo el país, que consistía en el secuestro de personas: 1) en forma ilegal es decir sin orden de juez competente; 2) clandestina: irrumpiendo a altas horas de la noche, causando temor en los eventuales testigos, encandilar para no ser identificados y 3) la utilización de la violencia hacia las víctimas.
En cuanto a Manader, los fiscales indicaron que “no solo participaba en las operaciones que realizaba el grupo de tareas que operaba en la Dirección de Investigaciones de la Policía del Chaco sino que además tenía un rol protagónico en el mencionado centro clandestino”. Prueba de ello son las diversas reconstrucciones realizadas en otras investigaciones de la jurisdicción de Chaco donde el exsuboficial mayor fue condenado por crímenes de lesa humanidad.
Recordaron que, en 2010, en el marco de la causa Caballero I, el Tribunal Oral Federal de Resistencia condenó a Manader a la pena de 25 años de prisión por los tormentos sufridos por 25 presos políticos.
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