viernes, 29 de agosto de 2025

 LA SENTENCIA DEL JUICIO "LA HUERTA" SE LEERÁ EN TANDIL


Tras cerca de cuatro años de proceso, la Universidad Nacional del Centro (UNICEN) en Tandil será el próximo 24 de octubre el escenario de un hecho histórico: la lectura de la sentencia del juicio por delitos de lesa humanidad conocido como "La Huerta".

El juicio, que comenzó el 25 de febrero de 2022, se tramitó ante el Tribunal Oral Federal 1 de Mar del Plata y desde su inició se peleó para que las audiencias se desarrollén en Tandil. Sólo se logró que algunas de ellas se realicen en UNICEN.

En el proceso, que se encuentra en la etapa de últimas palabras de los imputados, son juzgados 52 acusados, entre exmilitares, policías, penitenciarios y dos civiles (empresarios) por los delitos cometidos contra 156 personas en 7 centros clandestinos clandestinos de detención ubicados en Azul, Olavarría y Tandil, los penales 7 de Azul y 2 de Sierra Chica. También se juzgan delitos cometidos contra empleados de las empresas olavarrienses Calera Avellaneda y Loma Negra.

El proceso comenzó juzgando los hechos cometidos en perjuicio de 118 víctimas detenidas-desaparecidas en el campo General Mariano Necochea -conocido como "La Huerta"-, en la "Quinta de Méndez", en el ex Instituto Superior de Educación Rural (ISER) y en las comisarías primera y segunda de Tandil; y casos acumulados en otra investigación instruida en Azul por delitos concretados en esa ciudad y en Cacharí, Saladillo y Las Flores.

Entre los acusados están los hermanos Emilio y Julio Méndez, que fueron condenados en 2012 a 15 y 11 años de prisión por prestar su quinta de Tandil donde estuvo secuestrado y fue ejecutado el abogado laboralista Carlos Alberto Moreno en 1977 y que en 2021 fueron absueltos por la Cámara Federal de Casación luego de que a fines de 2020 la Corte Suprema ordenara que se volviera a examinar la condena que en su momento había dictado el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata.

"La Huerta" es un predio rural ubicado en la Ruta 226 y el camino a la Base Aérea Militar Tandil que supo estar a cargo del Comando de la Brigada de Caballería Blindada y que hacia 1984 fue reconocido como centro clandestino durante la última dictadura en el marco de las tareas desplegadas por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep).

La zonificación de la dictadura militar

Los hechos juzgados ocurrieron en la denominada Subzona 12. El aparato represivo implementado durante el accionar del Terrorismo de Estado se articuló sobre una división del territorio nacional en cinco grandes zonas, quedando cada una bajo las directivas de los cinco Cuerpos de Ejército en coordinación con las otras Fuerzas. Cada una de aquellas, a la vez, eran subdivididas en unidades territoriales de menor extensión que se mantenían articuladas, dando lugar a las subzonas y áreas.

La represión ilegal en los partidos de Azul, Las Flores, General Alvear, Tapalqué, Roque Pérez, Saladillo, Gral. Belgrano, Pila y Rauch, estaba bajo el control operacional del Primer Cuerpo de Ejército, Zona 1, Subzona 12, Áreas 123 y 125, respectivamente.

El juicio "La Huerta" incluyó más de 100 audiencias y 213 testimonios que documentaron los crímenes sufridos por 192 víctimas de Tandil, Azul, Olavarría, Laprida, Ayacucho, Rauch, Saladillo, Las Flores, Roque Pérez y Mar del Plata. Se juzgó a 52 acusados, entre exmilitares, policías, penitenciarios y dos civiles (empresarios), por secuestros, torturas y asesinatos en centros clandestinos como La Huerta, Monte Peloni y la Unidad 7 de Azul, entre otros.

Los fiscales solicitaron 11 condenas a prisión perpetua, 20 penas de entre 3 y 20 años y 4 absoluciones. La sentencia marcará un cierre en la etapa judicial, pero también reforzará el compromiso con la memoria y los derechos humanos en el territorio donde se desplegó la represión.

El caso “La Huerta” se suma a otros juicios emblemáticos de la región, como los de Carlos Moreno (2012) y Monte Peloni I y II (2014 y 2019). Más allá de las condenas, la audiencia en Tandil buscará dejar asentado que la memoria no es un ejercicio del pasado, sino una práctica viva que interpela al presente.